AGRESIÓN A UN PROFESOR en el IES Saladillo de Algeciras

El pasado 25 de marzo un profesor del I.E.S. Saladillo, Algeciras, fue agredido por un alumno de 2º de ESO, alumno bien conocido en el centro por sus continuas faltas graves y muy graves. Ante tal hecho, un grupo de profesores y profesoras de dicho centro, sus compañeros, quieren manifestar lo siguiente:

En primer lugar, hacer constar nuestra absoluta indignación e impotencia ante las constantes agresiones psíquicas, morales y físicas, que como profesionales sufrimos, aunque no siempre se denuncien, ni salgan a la luz pública. Los profesores y profesoras del IES Saladillo manifestamos nuestro apoyo incondicional al compañero agredido, ya que este hecho no tiene nombre propio, a cualquiera nos puede ocurrir cualquier día.

Por otro lado, denunciar la situación que sufren los Centros, debido a la presencia forzada en las aulas de alumnos y alumnas a las que el sistema obliga , pero que no quieren estar, ni se someten a norma alguna , por lo que sólo aportan situaciones conflictivas, violencia e impedimentos continuos, para que sus compañeros y compañeras puedan ejercer su primer derecho, el derecho al estudio.

Manifestamos la humillación e indefensión que sufrimos los docentes, al tenernos que enfrentar a situaciones que trascienden al ámbito académico, y que no tienen solución ni respuesta dentro de las aulas. Somos enseñantes, ahora hay que decir educadores, además de porteros, vigilantes, etc. Se han ido añadiendo tantas cargas a nuestro oficio, que ahora parece que también tenemos que aceptar como normal, las continuas agresiones verbales y hasta físicas que sufrimos, de esos alumnos y alumnas que acuden cada día al Centro, a cualquier cosa, excepto a trabajar y dejar que los demás puedan hacerlo.

Insistimos en denunciar el estado en el que se encuentra la educación, nunca estuvimos peor. Sufrimos un sistema educativo que sólo satisface al vago y al mediocre. Ciertamente se ha conseguido la máxima que buscaban los ideólogos del sistema “todos iguales”, pero esa igualdad, sólo se ha conseguido muy por abajo. A los alumnos y alumnas responsables, trabajadores y ambiciosos se les ha cortado las alas, se les ha sacrificado por esa igualdad. No se puede destacar, molesta, ya que pone en evidencia la mediocridad del sistema. Por último, animamos a todos los docentes a sacar a la luz todos los hechos de este tipo que están ocurriendo en los centros. Al echar tierra encima y ocultar esas situaciones, sólo contribuimos a la continuidad del sistema.