martes, 25 de mayo de 2010
Menores de edad, y enganchados al móvil
El 70% de los menores de trece años tiene teléfono propio.
El teléfono móvil se ha convertido en un objeto de uso diario de los más jóvenes. Tres de cada cinco menores de trece años tienen móvil y lo usan con frecuencia, y dos de cada tres navega con él por internet. No faltan jóvenes adictos a su teléfono. A los padres, les preocupa la factura; a los expertos, que el móvil fomente comportamientos agresivos por el simple hecho de grabarlos.
Se usan a modo de plano, para ayudar al usuario a encontrar una calle, para mandar mensajes, grabar videos, ver la televisión y como no, para hablar. Los que mejor lo saben son los jóvenes. Prácticamente el cien por cien de los jóvenes de menos de dieciocho años tienen teléfono propio. Entre los más pequeños, menores de trece años, el 70% posee un móvil. Por el contrario, sus padres tienen muchos menos conocimientos sobre telefonía móvil.
"Lo que pasa es que los padres se sienten a veces perdidos, tocan un poco de oídas", explica Pablo Pérez San-José, del Instituto de Tecnologías de la Información, que corrobora los datos que ofrece un estudio presentado este martes desde esta institución y Orange España.
El 88% de los padres, según esta investigación, se sienten más seguros si pueden localizar a sus hijos por teléfono. "En vacaciones, o cuando están un poco más a su aire, viene bien para tenerlos un poco más localizados", explica una madre.
El informe, elaborado a partir de 644 encuestas personales realizadas a menores y a padres o tutores de 322 hogares españoles, además de las aportaciones de 55 expertos en la materia, revela que la edad de inicio a la telefonía móvil entre los niños se sitúa actualmente entre los diez y los doce años, en línea con otros países europeos.
El servicio más utilizado, utilizado por el 90% de los menores, es hacer fotos; después grabar videos. El uso de estas herramientas es especialmente polémico entre los menores de edad, pues en ocasiones se ha utilizado para grabar hechos violentos. El uso excesivo del teléfono, que puede derivar en adicción, es otra de las cuestiones que preocupa a los expertos.
"Los niños, los padres y toda la sociedad debe utilizar el teléfono móvil de forma responsable", afirma Fernando Ballestero, secretario general de Orange.
Sin embargo, lo que más quebraderos de cabeza proporciona a los padres es el gasto excesivo, dejando en un segundo plano el intercambio de mensajes violentos o sexuales.
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